Covenant en Madrid [22:FEB:03]Para que os voy a mentir: no soy de esos que pillan la mochila, se enfundan un pantaloncillo de vinilo negro y cogen un autobús desde su residencia habitual para moverse a Madrid o Barcelona a disfrutar de un concierto de alguno de sus grupos favoritos. Afortunadamente, esta vez lo hice.
La persistente lluvia que caía en Madrid cuando bajé del bus nubló un poco mi recibimiento. Una vez me limpié las gafas,descubrí cuál era el problema y tras un rato de dar vueltas por el metro, con ayuda de NorbertX y su chica, llegamos al Caracol.
Ya dentro y sonando todavía Ctrl-er notaba como iba aumentado mi nerviosismo por momentos. Todavía tardarían un rato en salir el trío sueco puesto que Access Code habían de hacer de segundos maestros de ceremonia. Dejo el comentario de esas actuaciones para personas más expertas en materia, puesto que yo no conocía a dichos grupos.
Una vez se cerraron las cortinas, dejando oculto el escenario, los nervios daban paso a mordisqueos de uñas, miradas inquietantes entre los asistentes y gritos eufóricos cuando aparecía un pavo asomando la cabeza por las telas y enfocándonos con una linterna (como si no hubiésemos visto una linterna antes, oye).
Eso sí, cuando se apagaron las luces, fue otro cantar. Rompimos a aplaudir, no sé muy bien a quién, pues las cortinas seguían cerradas, aunque no tardaron mucho en empezar a moverse para dar paso a una niebla densa y un sonido que seguro nos resultaba conocido a más de uno. El concierto de Covenant acababa de empezar, todavía no había nadie en el escenario, pero los primeros compases de "Monochrome" nos servían de preludio para el gran momento.
Ahí estaban, Clas y Joakim ocupando sus puestos en el escenario, parapetados en sendos sintetizadores, con esa elegancia característica del grupo. Sobra mencionar que a estas alturas ya estábamos todos saltando como locos y moviéndonos al ritmo monocromático, pero lo que de verdad queríamos, comprobar que la figura escondida a la izquierda del escenario era quién pensábamos que era.
Hubiera estado genial que se hubiese tratado de un técnico de sonido o algo por el estilo, dejándonos a todos con dos palmos de narices, pero no señores, se trataba de él, Eskil Simonsson, y os aseguro que si lo de antes era elegancia, esto rayaba la perfección. Igualito que en las fotos y como un pincel; Traje oscuro de chaqueta con chaleco, camisa blanca, y hasta la cadenita del reloj de bolsillo situada de forma estratégica, por no hablar del flequillo, aunque este último se habría de desplazar unas cuantas veces a lo largo de la actuación.
Ahora ya solo faltaba comprobar si verdaderamente tenía una voz tan impactante como en sus discos o sea que pusimos las orejas en posición de despegue y nos preparamos a analizar desde "Monochrome" pasando por "Tensión" y regresando al "Northern Light", que a fin de cuentas era el trabajo que estaban promocionando, recibiendo más que con agrado "Call The Ships To Port", primer single que él mismo se encargó de presentarnos, "Bullet", "We Stand Alone", "Prometheus" o "We Want Revolution" completando el repaso lumínico en una perfecta eucaristía con el público, entregado en cuerpo y alma.
Pero ningún disco pasó desapercibido y combinaron sabiamente actualidad con temas clásicos que todos esperábamos, como es el caso de la anteriormente citada "Tensión", "Dead Stars", "One World One Sky" o "Tour De Force", en momentos muy propicios, pues nos encargamos de pedirles una y otra vez su vuelta al escenario cuando ya se habían retirado. Que yo recuerde, en tres ocasiones al menos, sazonaron así su regreso con alguna de estas pequeñas joyas y jugando sobre seguro.
Resumiendo, un espectáculo muy bonito, sin alarde de juegos de luces pero sí de voz, que ahora ya bien analizada, además de seguir sonándome demasiado a Depeche, pese a que se empeñen en decir que nunca fueron muy importantes para ellos, se iba adaptando perfectamente a las canciones permitiéndose pequeños lujos de registro.
Sobre todo durante la primera parte y coincidiendo con el repaso del "Northern Light", pero que se fue diluyendo poco a poco, supongo que resultado de varias horas de concierto ante un público hambriento de más música y que le arropó perfectamente llegados a este punto haciendo las veces de coro y dándole una pequeña tregua.
De Clas y Joakim poco se puede decir, y el final del concierto fue buen ejemplo de ello. La música siguió sonando varios minutos después de que el grupo abandonase el escenario mostrándome lo que ya temía, que la tecnología Yamaha puede hacer maravillas.
No desmerezco su labor en absoluto y estoy seguro que tendrán mucho que ver en la composición de canciones y aportación de ideas mostrándose mucho más dinámicos que un Eskil de movimientos muy calculados.
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Concierto Comentado por: Javicicleta [Sonidobscuro Staff]
Fuente: www.sonodobscuro.com